La actividad de la máquina de Goldberg en la semana de bienvenida, me ayudó a empezar a generar relaciones con mis compañeros de taller para así empezar a conocernos mejor. El proceso de elegir los materiales para construirla, la espontaneidad que uno empieza a tener para unir los materiales y hacerlos funcionar, la prueba y error que se hace, nos enseña a tener paciencia , perseverancia y diversión (en mi caso). En mi perspectiva fue la mejor manera de recibir a un estudiante de primer ingreso al taller, generó en mí una sensación muy cálida de bienvenida, espero que otro año se vuelva a repetir para hacerla mejor.
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